Lianne Morales, Havanna
Doy gracias a Dios por su ayuda en medio de este catastrófico virus que está dominando el mundo. En Cuba, todas nuestras provincias han reportado casos positivos del virus. La situación más crítica está en La Habana, ya que es la ciudad con mayor población. Aquí, barrios enteros están en cuarentena.
En lo que a mí respecta, me siento cómodo con mi familia. Todavía dedico tiempo a la oración. También practico mucho con mi hijo, leo y veo videos y películas. Poco a poco se vuelve un poco aburrido. Así que decidí crear un pequeño jardín en el techo de la casa. Además, me dedico a la costura. Estoy libre de mi trabajo. Estoy liberado de mi trabajo. Así que soy un ama de casa mientras dure esta pandemia.
Ahora tengo tiempo para probar nuevas recetas en la cocina. Pero mucha comida es escasa y muy difícil de encontrar. Recientemente hicimos “congris” (una receta típica cubana hecha de arroz y frijoles) con espaguetis. No sé si te lo puedes imaginar, pero el invento funcionó. Los cubanos siempre son innovadores.
También somos muy cuidadosos cuando alguien de la familia sale a comprar comida u otras necesidades básicas. Es un gran esfuerzo para salvar la vida de mi hijo de 10 años, mi abuela de 94 años y mi padre, que tiene más de 70 años.
Recientemente compramos una bicicleta para desplazarnos. El transporte público y privado de personas ya está paralizado. Esta medida debería ayudar a reducir el número de personas infectadas.
Todavía hay largas colas en las tiendas, así que compruebo el Internet antes de la mayoría de las compras, pero desafortunadamente nuestra red es mala. A veces toma tres días hacer un pedido. Tengo suerte de que mi tía y mi primo nos hayan ayudado consiguiéndonos comida. Dos veces a la semana un médico viene a mi casa y nos hace preguntas sobre cómo estamos, y eso es muy bueno.
Confío en Dios, pero al mismo tiempo soy cuidadoso. En mi vecindario, una señora fue hospitalizada por sospecha de corona. Hicieron una prueba allí. Los resultados estarán disponibles en dos días. Si su prueba es positiva, todo mi vecindario estará en cuarentena y todos nos haremos la prueba.
Por otro lado, un amigo y compañero creyente ha estado enfermo y ha dado positivo durante dos días. Estábamos muy preocupados porque sus padres son muy mayores y no querían salir de casa para ir al hospital.
En casa tenemos un tiempo de oración todos los días a las 9 pm; este tiempo comienza con un minuto de intercesión por los médicos y las personas que trabajan contra la pandemia. Luego nos tomamos el tiempo para cantar, damos gracias a Dios por la vida, rezamos por la situación que vive el mundo, pedimos la misericordia de Dios para la humanidad, rezamos por los países que están muy afectados por el virus y que tienen tantos muertos. Rezamos por un despertar de la Iglesia y un renacimiento para nuestras vidas.